He tenido la fortuna de conocer mujeres inspiradoras y dedicadas que me han enseñado valores y principios, que me impulsan a ser mejor, a trabajar más fuerte y a soñar en grande.
Hoy, 8 de marzo, resalto la vida de estas mujeres para honrarlas, reconociendo sus grandes aportes y su esfuerzo por dejar huellas en los corazones de las personas que están a su alrededor, incluyendo el mío.
Aquí les comparto un recuento de las mujeres más importantes que han influenciado mi vida:
Mi mamá, mi abuela y mi hermana. No me cansaré de mencionarlas en mis conversaciones y discursos. Ustedes son el motor de mi día a día, las que me enseñaron a amar el servicio a los demás y, a trabajar duro y sin descanso por los sueños, metas y proyectos de vida. Su amor me ha demostrado que, con el apoyo desinteresado y el impulso necesario, lo que deseamos con todo el corazón, se cumple.
Las madres comunitarias de Colombia. Los niños y niñas de nuestro país y todos los que somos testigos de la pasión que le invierten a sus labores, les debemos mucho. Tuve la oportunidad de trabajar con algunas de ellas en mi Barranquilla querida, con ustedes aprendí que es posible negarme a mis propias necesidades por dar a los demás. Gracias a su sacrificio y entrega los niños de nuestro país puedan vivir con la esperanza de que hay un futuro para todos.
Otras mujeres valiosas son las madres sustitutas del ICBF. Son protectoras y cuidadoras de niños y niñas que han pasado por momentos difíciles, con alguna situación de discapacidad o que han sido vulnerados en sus derechos, y ustedes los han recibido para brindarles su amor. Aunque no sean de su propia sangre, los cuidan desinteresadamente como si los fueran.
Rectoras y docentes de instituciones educativas, ustedes son símbolo del progreso nacional, hacen que los niños y jóvenes de los colegios de este país sigan soñando. Con su pasión por enseñar y su esfuerzo por educar, hacen que nos sintamos orgullosos de nuestros estudiantes, quienes van a las escuelas a crecer en conocimiento y en valores.
Las mujeres líderes de la política nacional: alcaldesas, gobernadoras, ministras, directoras de entidades, consejeras y compañeras, con su trabajo y su entrega por el país 24/7, hacen que los municipios, ciudades, departamentos y sectores de Colombia se transformen, se logren proyectos y se construya, cada día, un mejor país en el cual es posible un futuro para todos.
Finalmente, a todas las mujeres de mi equipo de trabajo, quiero expresarles que juntas somos un gran ejercito de valientes. Agradezco su compromiso, su trabajo continuo y su esfuerzo por hacer que las regiones de Colombia tengan voz, sean escuchadas y haya oportunidades para todos en cada rincón del país.
A todas las mujeres de Colombia, recuerden que alguien en este mundo ve su esfuerzo, su trabajo y dedicación, así que no se rindan. Ustedes pueden ser el cambio que necesitamos.