La arquitectura social desde el trabajo comunitario
La Arquitectura social con enfoque comunitario es un proceso en búsqueda del bienestar social a través del potencial humano y la creación de recursos u oportunidades, en este proceso la búsqueda es la consecución de sueños posibles con los que se puede transformar la vida de una persona que a su vez traerá la transformación y mejora de la calidad de vida de los familiares, amigos, vecinos y la sociedad misma.
El objetivo es la sociedad en su conjunto, partiendo de la base de que las comunidades se conforman por individuos y que el bienestar de cada uno va generando desarrollo y construcciones de sociedades más viables y sostenibles desde lo humano, económico, ambiental e intelectual.
Pensar la Arquitectura social con enfoque comunitario, es pensar en valores como la igualdad de oportunidades y la solidaridad, valores fundamentales de cualquier sociedad democrática. Por tanto, es deber social configurar modelos de convivencia capaces de aprovechar las oportunidades que nos ofrece una sociedad democrática moderna. En este sentido, el acompañamiento y la guía para encontrar y aprovechar las oportunidades son la vía más eficaz para el logro de cambios efectivos.
En muchos casos es el desconocimiento de la ciudadanía la que aparta a las personas más vulnerables del acceso a las oportunidades. Colombia es un país donde son evidentes las desigualdades, pero también es un país cuyas políticas de estado están enmarcadas, en gran parte del territorio, en posibilitar beneficios y oportunidades para quienes menos tienen, si bien los recursos son limitados, conociendo su existencia y sabiendo gestionarlos pueden ser una gran herramienta para brindarle a las comunidades una mirada más amplia para construir sus planes de vida y cumplir sus metas en pro del bienestar.
Desde el punto de vista de la intervención social, la transformación de sociedades se puede hacer desde la misma estructura que es el origen de las problemáticas; con tal fin, es necesaria, en primer lugar, la creación de un actor de cambio, es decir, la comunidad misma. La comunidad se entiende como un conjunto de personas que tiene intereses compartidos, un conocimiento mutuo, capacidad para llegar a acuerdos, para compartir estrategias y para evaluar su progresión. En este proceso se busca crear comunidades independientes, estructuradas, capaces de conocer, reconocer y aprovechar las oportunidades del estado o la sociedad de tal manera que sean ellos mismos los transformadores sociales, permitiendo el debido acompañamiento.
Es igualmente necesaria la creación de mecanismos de capacitación, de tal forma que puedan generarse o mejorar las estructuras de participación, las bases del conocimiento de cada comunidad en los asuntos sociales y de liderazgo para su comunidad. Se trata de articular modelos de democracia participativa, conocimiento de temas importantes para liderar espacios comunitarios y así que sirvan como instrumento de transformación social y cuya finalidad sea la promoción de una ciudadanía activa y autogestora.
En líneas generales el desarrollo de las comunidades debe ser un proceso dirigido a la transformación cualitativa y cuantitativa de las mismas, que sea la participación solidaria y activa de las personas en los diferentes ámbitos de su desenvolvimiento, el social, el cultural, el económico y el político.
Es indispensable que sean las comunidades autogeneradoras de oportunidades o por lo menos que se apoyen entre sí para aprovechar las existentes desde los gobiernos y las organizaciones públicas y privadas, el trabajo debe ser permanente, participativo y plural. Este trabajo de Arquitectura social basada en el desarrollo comunitario se fundamenta en la promoción del Hombre y la movilización de recursos humanos e institucionales, mediante la participación de la población en niveles educativos, sociales, culturales, económicos, políticos y en la ejecución de programas a nivel de comunidad, destinadas a mejorar sus niveles de vida. Sin embargo, en la Arquitectura social con enfoque comunitario está claro que no existe una única forma de hacer las cosas, al igual que no todos los contextos y situaciones requieren de una única manera de ser intervenidos. Por lo tanto, es necesario conocer los territorios, sus necesidades más apremiantes y las ofertas gubernamentales o privadas existentes para gestionar acorde con cada situación, este es un trabajo que requiere de acompañamiento personalizado e individual en muchos de sus casos.