Si hay personas luchadoras que han moldeado mi historia personal, indudablemente, son mujeres. Para mí, mi abuela y mi madre encarnan la esencia misma de la valentía femenina. Son la personificación de la fuerza, la determinación y el amor incondicional que han guiado mis pasos.

En este Día de la Madre, deseo dedicar este espacio para rendir homenaje a dos mujeres que han dejado una huella insuperable en mi camino: mi madre, Jousseti, que en paz descanse; y mi abuela, Lupe a la que tengo la dicha de seguir disfrutando.

Más que simplemente celebrarlas, este es un tributo a sus enseñanzas, sus sacrificios y su infinito amor, que han moldeado mi carácter y han dejado una marca en mi corazón.

Asimismo, este día es una invitación a la reflexión. Es un recordatorio para que tomen un momento para honrar y exaltar todo lo que sus madres o figuras maternas han aportado a sus vidas. Les invito a compartir sus historias y reflexiones conmigo, porque en la celebración de estas madres valientes y amorosas, encontramos un reflejo de nuestro propio crecimiento y fortaleza.

Enseñanzas de mi mamá, Joussetti :

• Amor incondicional: Mi madre personificaba el amor incondicional. Su capacidad para amar y cuidar a los demás, incluso en los momentos más difíciles, era asombrosa. Fue y siempre será una cuidadora y ángel para todos.
• Fortaleza en la adversidad: A lo largo de su vida, mi madre enfrentó numerosos desafíos, pero nunca permitió que la adversidad la derrotara. Su fuerza interior y su determinación para seguir adelante, incluso cuando todo parecía estar en su contra, fueron una inspiración constante para mí.

Me acuerdo una vez que era el día de la madre. Estaba lloviendo y mi mamá quería comprar un postre para llevarlo donde mi abuela Lupe. Sin embargo, el arroyo era tan grande que casi nos lleva. Estábamos asustados, pero Jousse siempre fue una mujer creyente y nos dijo: «Niñas, una experiencia diferente, el que está con Dios nada le pasa». Siempre nos recordaba que con fe y determinación podemos superar cualquier obstáculo en nuestro camino.

• Generosidad y servicio: Mi mamá tenía el corazón más generoso que he conocido y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Cada día, recibía llamadas de personas buscando su ayuda, y ella, respondía con amor y dedicación.

Tengo muchas anécdotas, pero especialmente, tengo presente que los alimentos eran su mejor forma de expresar amor y afecto. Recuerdo cómo, cada vez que le pedía un simple quibbe, ella respondía con una amorosa exageración, preparando desde torta de plátano hasta arroz de almendra, como si estuviera a punto de alimentar a un ejército. Su generosidad era infinita y siempre se desbordaba en cada gesto.

En un evento importante en la Guajira, cuando enfrentaba dificultades para llegar a tiempo, ella simplemente dijo: «Yo resuelvo». Con determinación se acercaba a las personas, las escuchaba, les ofrecía su ayuda y, con su sabiduría innata, guiaba a quienes lo necesitaban. Es imposible olvidar su alma tan atenta y su capacidad para encontrar soluciones en cualquier situación.

Enseñanzas de mi Abuela, Lupe:

• Resiliencia y perseverancia: Mi abuela, Lupe, ha atravesado momentos difíciles que incluso me han llevado a cuestionar cómo ha logrado seguir adelante. Su capacidad para superar los obstáculos con determinación y coraje es un ejemplo inspirador para mí. Sus palabras de fuerza y motivación son mi guía en los momentos de adversidad. Su resiliencia me recuerda que, aunque el camino pueda ser difícil, nunca debo rendirme y siempre puedo encontrar la fuerza para seguir adelante.
• Familia sobre todo: Para mi abuela, la familia siempre ha sido lo más importante. Su dedicación inquebrantable a su familia y su disposición para sacrificar todo por su bienestar son un testimonio de su amor incondicional.
• Sabiduría y consejo: A lo largo de los años, he aprendido innumerables lecciones de vida de mi abuela. Su sabiduría y su consejo siempre han sido un faro de luz en los momentos de oscuridad, y estoy eternamente agradecido por su guía y apoyo incondicional.

En este Día celebro el legado de amor, sacrificio y fortaleza que mi mamá y mi abuela han dejado en mi vida. Son mujeres que lideran con el ejemplo, que inspiran con sus acciones y que nos recuerdan que el verdadero poder reside en el amor y la compasión.

A todas las madres y abuelas que nos han inspirado y guiado en el camino de la vida, ¡Feliz Día de la Madre!