Todos los días debemos reconocer la importancia de la mujer, no sólo el 8 de Marzo de cada año. Es necesario ir más allá de lo festivo y llegar a lo afectivo. El día de la mujer es una fecha que nos llama a cambiar conductas, es símbolo de cambios de tal manera que potenciemos nuestra sociedad.
La mejor forma de conmemorar este día es respetando a la mujer y abriéndole cada vez más espacios de participación, formación y empoderamiento para la defensa de sus derechos, por supuesto que es importante compartir con alegría durante ese día, pero sin olvidar el fondo de esta conmemoración: la búsqueda del respeto y la equidad.
Muchas injusticias en la historia de la humanidad condujeron a la declaración y conmemoración de este día, injusticias iguales y peores que el vil asesinato de obreras en Estados Unidos un 8 de marzo.
En Barranquilla, lamentablemente, no somos ajenos a las realidades que han afectado a las mujeres. El machismo, la violencia y la pobreza han afectado a toda nuestra gente, pero han golpeado especialmente a nuestras mujeres.
Esta fecha es símbolo de cambios. De los que ya se dieron y de los que tienen que darse para que la mujer tenga igualdad de oportunidades, como tiene que ser.
Desde la Alcaldía, estamos trabajando para que a través de Política Pública podamos construir una ciudad segura y libre de Violencias para las Mujeres; una ciudad que le permita a sus mujeres ser lideresas, participativas y activas en la toma de decisiones; una ciudad que educa para la defensa de sus derechos y empoderamiento y autonomía; una ciudad productiva e inclusiva laboralmente para las mujeres, una ciudad que le brinde las herramientas a sus mujeres de ser sanas y dueñas de sus derechos sexuales y reproductivos y libre de discriminación racial.
Es por esto que hoy, quiero destacar el trabajo de millones de mujeres que trabajan en casa. Y quiero invitar a la defensa y el reconocimiento de su oficio.
Valoramos el espacio laboral de la mujer, ¡maravilloso!. Nos ha costado siglos obtener ese reconocimiento pero, en ocasiones, subestimamos el trabajo en casa, pareciera invisible.
De hecho, muchas veces es invisible…
[call_to_action]Uno le pregunta a un niño ¿y tu mamá qué hace?
El niño responde: “Mi mamá, nada…en la casa”.[/call_to_action]
Y la mamá corre el día entero para ayudar, llevar, arreglar, cocinar, pero ante los ojos de sus seres queridos y de muchas otras personas ¡No trabaja!. No hay un reconocimiento de la importancia de las labores del hogar y eso debemos empezar a cambiarlo ya!
Destaco el trabajo intenso e inmenso de las miles de barranquilleras que día a día se dedican a los quehaceres del hogar y al cuidado y desarrollo de los hijos e hijas. E invito a que reconozcamos esta labor clave para la familia, para la comunidad y para la sociedad de Barranquilla, tan importante como la de aquellas mujeres que están dedicadas a la política, a las empresas y que se ocupan en diversas profesiones.
Estar en casa es un oficio que también juega a favor de la vida y el desarrollo social de una ciudad.
Hoy en día, tenemos muchas barranquilleras que desde su actividad formadora del hogar se han integrado a los programas sociales de la Alcaldía de Barranquilla apoyando los Centros de Desarrollo Infantil, los Centros de Vida, los hogares comunitarios, lideran campañas de reconocimiento de sus derechos en sus barrios donde se han constituido en una herramienta valiosa en las comunidades para acercar los servicios de la institucionalidad a las necesidades de los ciudadanos.
Basta ver el trabajo de muchas de estas mujeres para saber que es definitivo en la construcción del tejido social de Barranquilla, ellas son nuestra razón de ser, de lucha, de alegría y entusiasmo.
Así que en este mes, debemos ir más allá de los formalismos. Los obsequios o fiestas son secundarios. Lo que realmente importan son los derechos. Y eso va más allá de un día. Es para siempre, queremos seguir construyendo una Barranquilla con mirada femenina y con equidad social.