Esas fueron las palabras del Papa Francisco que nos emocionaron y contagiaron de entusiasmo la semana pasada, en su videoconferencia con un grupo de niños y jóvenes de nuestra ciudad.
Y es que en Barranquilla hemos hecho alianzas maravillosas para que nuestro trabajo por los niños, niñas y jóvenes tenga un impacto cada vez más alto. Tal vez una de las más poderosas ha sido con Scholas Ocurrentes, una iniciativa impulsada por el Papa Francisco que ha llegado al corazón de nuestra capital de vida: los pelaos.
Somos privilegiados de contar con Scholas en la ciudad, pues esta organización en Colombia solo está presente en Barranquilla y en Medellín. El propósito más grande es cambiar las realidades que viven los jóvenes en sus comunidades y empoderarlos a través de la educación para la paz.
El pasado viernes vivimos una experiencia muy especial, el Papa sacó unos minutos de su tiempo para escuchar a los jóvenes Scholas de 8 países del mundo, incluido Colombia, a través de una videoconferencia. Por Barranquilla participó Vanesa Rico, estudiante del colegio Marie Poussepin, quien compartió con el pontífice su experiencia y la de sus compañeros en Scholas: “hemos aprendido la importancia del trabajo en equipo y sobre todo el potencial que tenemos para ser líderes transformadores de ciudad”.
En nombre de todos los barranquilleros, nuestro Alcalde también se dirigió al Papa para invitarlo a visitar nuestra ciudad durante su próximo viaje a Colombia. Además le recordó una gran anécdota futbolística de un barranquillero que jugó en el equipo del cual es hincha el Pontífice.
“Antes quería recordarle que hace 70 años el gran René Pontoni y el glorioso San Lorenzo de Almagro, en el año 47, se encontraron con la Selección Colombia en Guayaquil, ahí había un joven barranquillero, arquero de esa Selección, que se llamaba Efraín ‘El Caimán’ Sánchez, y que luego fue durante dos años jugador de San Lorenzo, invitado por el gran René Pontoni. Hoy, 70 años después, yo quiero hacerle la invitación para que, cuando venga a Colombia, no se olvide de pasar por Barranquilla, estaremos gustosos de tenerlo aquí en la ciudad que los quiere a todos”.
El Papa también abrió su corazón para dejarnos un mensaje que se nos quedó grabado a todos los que estábamos participando de la videoconferencia, entre ellos el artífice de todas estas alianzas y logros de nuestra ciudad, Alejandro Char.
“Educar no es saber cosas sino es ser capaz de usar los tres lenguajes, el de las manos, el corazón y la cabeza. Educar es incluir”, hermoso y significativo mensaje que quiero aplicar todos los días de mi vida y quiero invitar a que todos a que lo hagamos.
En Barranquilla estamos trabajando incansablemente desde la educación, para que tengamos cobertura completa y para que ningún niño se quede por fuera de las aulas. Cuando todos reciban las mismas oportunidades, podremos hacer realidad completa ese lenguaje, el de la inclusión.
El Papa también nos dijo que nuestro sentido de vivir en este mundo está en compartirlo todo con los demás: nuestro conocimiento, experiencia y amor. “En las manos de ustedes está descubrir qué sentido tenemos en la vida como somos, con las potencialidades que tenemos. Y cómo comparto ese sentido con los demás”.
Finalmente, contrario a lo que pensamos los adultos, los niños y los jóvenes tienen mucho más que enseñarnos. Esa visión nos la compartió el Pontífice, quien nos dijo que ellos son nuestro mayor ejemplo a seguir y quienes nos desafían cada día a ser mejores.
Scholas Occurrentes ha estado dos veces en un proyecto en nuestra ciudad, la primera con el programa Ciudadanía. En esta oportunidad enfocados al deporte, una actividad que permite descubrir liderazgos, trabajo en equipo y otros valores que se derivan del deporte. Esperamos que la palabra del Papa Francisco, transmitida a través del gran trabajo de Scholas, permanezca y se fortalezca en Barranquilla.