Hay situaciones difíciles en la vida, sin embargo con manos amigas siempre es más fácil salir adelante.
Todos conocemos la situación actual que estamos viviendo en la frontera. El desarraigo, el dejar todo atrás, el cambiar la vida no por gusto, sino porque alguien más tomó la decisión por ti. Son procesos duros, que duelen y que quiebran cualquier fuerza que se pueda tener, y en los que es necesario intervenir inmediatamente para que el impacto psicoafectivo se pueda disminuir y solucionar con prontitud y de manera positiva.
Nuestras niñas y niños son directamente afectados, sus derechos están siendo vulnerados, sus familias no tienen los recursos económicos, ni emocionales para poder acompañarlos y acogerlos en este momento. Por esta razón desde el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) hemos estado 24 horas, 7 días de la semana acompañando, apoyando y brindando las mejores condiciones para poder garantizar que estén bien y que puedan sobrellevar esta difícil situación de la mejor manera posible.
La Dirección General y la Dirección de Primera Infancia de ICBF han permanecido al frente de la situación desde que inició, haciendo presencia en los albergues con las familias, las niñas y niños, escuchando y llevando soluciones certeras y eficaces para poder brindarles una atención psicosocial completa, valiosa y oportuna que les de herramientas para poder superar este difícil momento. La atención integral a las niñas y a los niños no puede esperar y tiene que sobrepasar cualquier inconveniente que se pueda presentar. Ellas y ellos son lo más importante, son mi motor y mi razón para cada día pensar en cómo mejorar y cómo asegurar su adecuado desarrollo.
Algunas de las medidas que hemos adelantado para mitigar esta crisis son: entrega de Bienestarina liquida, adecuación de una casa para las madres lactantes, tamizaje nutricional, acompañamiento psicosocial permanente, ampliación de cobertura en los CDI, espacios de recreación, entre otros.
Sé que esta situación no es fácil, sé que necesitamos aunar todos los esfuerzos, sé que aquí el capital humano es lo más importante y por eso todo mi equipo de la Dirección de Primera Infancia, junto con la regional de Norte de Santander, está frente a esta crisis dando lo mejor de sí, entregando no solo su profesionalismo sino su calidez humana, porque en momentos difíciles lo más importante es el afecto, la solidaridad y la capacidad de ayudar al otro.
Cuando logramos unirnos y trabajar conjuntamente, podemos generar transformaciones y tener impacto en la vida de las familias, niñas y niños que en este momento necesitan todo el apoyo para ser resilientes y continuar construyendo sus vidas día a día, sin importar las dificultades a las que se están enfrentando.
¡Los derechos de las niñas y los niños no se postergan!